3 DE LA MAÑANA

Mi yeso con las marcas de varias personas se ve bien en la noche. Los leves dolores de tener un hueso en reconstrucción en su interior no se comparan con la agonía de tener atravesados 6 clavos de metal inoxidable. Sonrío mirándolo mientras me desvisto para dormir. La noche ha sido un éxito, y a esta hora, casi demasiado larga. Extraño todavía el sopor del alcohol, la desubicación química y el goce simple, pero me contentan la dilatación del tiempo, la lucidez interna y la complicación mística. Hierba hermosa, chica linda, mi preferida. Ahora te me acabas, pero te encontraré nuevamente, lista y en flor.

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