DEJEN BLOGUEAR

Este poste debía estar acá hace mucho, sin embargo la primera vez que lo iba a escribir recibí una llamada que terminó por convencerme de que era una pérdida de tiempo volcar mis esfuerzos en mis identidades virtuales en vez de volcar mi identidad secreta en el esfuerzo de ganar tiempo con una señorita q conocí en el ascensor.
Como dos días después, habiendo ganado todo el tiempo que pude, me senté en mi casa y abrí mi computadora. Tocaron la puerta y entro C. Resultado: al siguiente día mi pobre computadora había muerto por una súbita deficiencia de energía. La conecté ipsofacticiamente mientras me despedía con beso de C. La tercera vez q quise escribir, unas fotos de wickedweasel (que pereza poner el link, guguléenlo), me llevaron por otros derroteros. Finalmente hoy en la productora cuando me disponía a robar el tiempo que mi jefe compró para utilizarlo en intereses completamente personales, egocéntricos e inútiles, es decir para escribir en este blog, K., la chica del ascensor, me hizo una visita. Ambos sonreíamos, de repente sonó el celular. No pude no contestar. Era C., le sonreí también, aunque no podía verme. K., por otro lado, había dejado de sonreír, y en pocos segundos también había dejado la productora y me había dejado a mí. Le conté lo sucedido a C. (todo, absolutamente todo), y dijo que era mejor despedirse (ahora entiendo que se refería a despedirse indefinidamente). Así pues, en esta noche, logro sentarme para escribir el post que quise escribir, pero es inútil: ya no me acuerdo sobre qué trataba.

No hay comentarios: