MÁS NADA

Es feriado, es de noche, es viernes. Y es una obligación hacer algo cuando nunca se hace nada. Salí del taxi sabiendo lo dura que sería la noche. No me importaba, necesitaba tener a alguien cerca de mi firme soledad interior. El plan se había materializado en un punto de la noche en la ingesta de licor frente a un sonado bar discoteca. Yo alternaba estar en cuatro patas con sentarme en esos poco hergonómicos mini monolitos que sirven para que los autos no parqueen en las veredas. En un punto de la noche era claro que la mejor opción era permanecer sentado en el suelo. Sucedía mucho. Para mí era como un teatro de sombras, detrás de mis lentes nuevos y todo lo que pude fumar. En un momento me cruzaron un vaso, no le di la atención suficiente y tomé un sorbo. En seguida noté el licor en mi boca. Me dio pena escupirlo, así que solo tragué, dejando que su sabor me lleve a todos los lugares que me llevaron hasta el lugar que ocupaba en ese momento. Me levante conteniendo una lágrima, sonreí a alguien e hice reír a todos diciendo cualquier cosa.

1 comentario:

Chopán dijo...

qué foco post! lo que cuentas me llegó como golpe bajo..

saludos