A mi alrededor escucho el ruido de máquinas enormes borboteando, vibrando y girando sin la menor discreción. La ciudad, ante mi abrupta retirada, solo ha hecho una cosa: seguir creciendo. Debo salir... aunque los rayos solares sean escasos aún puedo sentir como me alimentan, llenando cada espacio vacío, completándome célula a célula. Mi pipa se rompió, la hierba se agota, los lápices se acaban y sigo sin encontrar la respuesta a esta simple pregunta: ¿Qué es lo que estaba buscando?
Me digo y me contradigo desde los 5 años. Buscos espacios vacíos entre líneas para anotar algo más, pero ya no quedan. Aún así todo está tan incompleto...
2 comentarios:
Jajajaja, no sabía que el chiste del puercoespín era tuyo, jaja, ya te voy a poner los créditos a vos, jaja. Un abrazo brother.
Ahora sí he puesto las referencias justas y correspondientes a aquel dibujo puercoespinezco, jajaja.
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