INSTINTO Y COSTUMBRE

"¿Entonces tú eres N...?" "¿Y tú eres Pancho...?" "Si. Esos somos" Respondo mientras me abraza saludando. La chica se ríe. Empezamos a caminar sin ningún rumbo. Yo solo pienso: tomemos un taxi, pero da igual. Ha pasado casi una hora y no hemos parado de hablar. Ella se ha reído mucho y yo empiezo a entrar en materia diciendo una mentira: "es la primera vez que alguien del internet se materializa... en la vida real jajaja" "¿De verdad?" Asiento pensando en que una mentira más no hace ninguna diferencia. Se hace de noche y necesito menos luz, eso está claro. Es hora de usar la excusa de comer algo para ir a uno de esos lugares donde te ponen una vela en tu mesa.
¿Qué pedimos? No importa... a estas alturas ambos sabemos que no estamos ahí para alimentarnos. "¿Me pasas el cuchillo?" "Obvio" le digo. En media acción el instrumento se me cae sobre sus piernas, su mano le sigue y la mía también. Ella toma el cuchillo y yo tomo su mano; así podemos mirarnos a los ojos sin decir nada.
La adrenalina del primer beso es la mejor droga. Es muy tarde, conseguí un poco más de lo esperado gracias a una sala vacía y un escote altanero. En el taxi tengo la sensación de haberme puesto mentol en los labios. No hablo con el conductor, solo miro por la ventana. Poco tiempo después, la sensación ha desaparecido. No queda absolutamente nada más que un recuerdo retorcido. Esto tiene cada vez menos de instinto y mucho de mala costumbre. Le escribo un mensaje de buenas noches.

1 comentario:

Maite dijo...

Pero basura bien escrita eh? lo de mi basura era enserio