YO NUNCA HE

Nunca he tenido una cita. Es decir, nunca he quedado con alguien para salir "a tomar un café" o "a comer algo" en plan "veamos si podemos terminar enredándonos de alguna manera". No es una cuestión de convicción, tampoco rebeldía. Es simplemente inercia. Yo casi ya no decido, hago lo que tengo que hacer de acuerdo con las circunstancias. Nunca salí con nadie, hasta ayer. El clásico plan de tomar un café se tornó una visita a la heladería. Cuatro bolas de helado y un barquillo nos separaban. La conversación fluía casi como por computadora. Era bueno verle la cara cuando sonreía en lugar de todo el abaníco emoticónico que la chica poseía para demostrar sus diferentes grados de risa.

Yo nunca he estado con una chica, tratando de ver el futuro en sus ojos cuando alguien del pasado se aparece para destruir mi visión. Me parece que ella dijo algo gracioso y mi réplica la hizo tener que usar la servilleta para evitar que un poco de helado salga disparado a mi cara cuando de repente, a un lado, apareció la figura. "Hola Pancho" me dijo. Mi cita y yo volvimos a ver. Solo yo la reconocí. Le saludé y estaba a punto de presentarle a mi nueva amiguita cuando ella soltó: "¿Entonces desapareciste, no?" Ahora me parece que hubiera sido una buena salida obviar su comentario-pregunta y presentarle a mi amiga, pero no lo hice. Me quede callado, traté de pensar alguna excusa o una salida creativa pero me fue imposible. De todas formas era cierto: yo desaparecí.

La cita no pudo levantar vuelo nuevamente luego de que la chica del pasado se despidió con un parco "Bueno, chao". Acompañé a mi nueva amiga al taxi y antes de subirse la chica dijo: "no te voy a preguntar qué pasó con ella, pero si esperaba que me expliques".

Hoy, en mi ventana del chat, ella había desaparecido de mis contactos.