Soy una mentira que cada día se hace más grande. Mis únicas armas son más eficaces escondidas. Vomito palabras sin previo aviso y sin conocimiento de causa. No descansaré hasta ser un perfecto mediocre, el pseudo poeta más pseudo, el improvisado más improvisado, el tipo que solamente deslumbra a primera lectura, el filósofo más farsante.
Todos los humanos nacemos con una palanca que lleva un letrero: ACTIVAR AUTODESTRUCCIÓN. Jugar con ella es como jugar con un diente que se va a caer. Activarla te deja el mismo sabor a sangre que sentiste en tu encía desnuda cuando eras niño.
Digievoluciono en un ser dulce que puede ser amado solo por pereza. Me desnudo a la primera tentación y me altero cuando todo termina. No entiendo lo que sale de la punta de mis dedos, mi verdadero arte es sentir pieles ajenas, absorverlas y llevarlas a mi más allá. La entrada es gratis, la salida, vemos...
Me asusto fácilmente, me aburro casi de inmediato, me odio cada día, me amo cuando me acuerdo y me contradigo en cada línea. No quiero ser nada, pero ese cometido queda demasiado lejos. Soy una mentira enorme en la que creo ciegamente.
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