DISTANCIAS

Mi nuevo disco de Empire of Sun acompaña perfectamente un vaso de jugo de manzana con hielos y el queso maduro con aceitunas rellenas de anchoas. El sol acaricia tibiamente la piel de mi pecho que, por un repentino capricho, descansa despojado de la camiseta. Tomo otro sorbo de jugo. Pienso: "por fin estoy en mi casa" y esto no me hace más feliz. Salir de mi hábitat es una complicación, pero la necesidad de cambiar de piel está restándole fuerza a mi empecinado estado de quiste.

Creo que recibiré el nuevo año muy lejos de aquí. Hay distancias que no son kilometrables.

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