OTRA PROVINCIA

Grand Hotel Guayaquil, 5:58.

Podría vivir en una habitación de hotel como esta. Me encantan los hoteles... es como cuando te prestan una casa en la playa... sabes q no es tuya pero igual puedes hacer lo que te de la gana. Por lo pronto me ha dado ganas de pedir servicio a la habitación. Siempre hay una primera vez.

Ordené una ensalada César con pollo. El costo rebasó el sabor del plato pero de todas formas valió la pena por las bebidas heladas que lo acompañaban.

Con muletas los movimientos de tus manos y brazos se ven disminuidos al punto de tener que elegir entre contestar el teléfono o irte de cara contra el pavimento. Quizás menciono este hecho a manera de excusa. La anécdota: cuando vinieron a retirar la bandeja saque del bolsillo los billetes que tenían listos para la propina (también mi primera vez), los entregué, me boté a la cama y descubrí que había sacado los billetes del bolsillo equivocado. Fácil viene, fácil se va.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cuánto diste de propina, entonces?

El diario de Eni K. dijo...

¿Que su curiosidad nunca se acaba? jajajaj...