PARALIZADO

...Esta vez ni siquiera me acordaba de como me durmieron, al contrario de otras veces, el anestecista no me hizo la conversa, solo me acuerdo del pinchazo en la columna, acostarme y sentir un calor en el pecho. Lo último que vi fue que el doctor levantó mi pierna, sosteniéndola por el aparato que la atraviesa y la frotó con un jabon que dejaba una espuma rosada. Lo podía ver, pero no lo sentía. Eso era lo último que tenía archivado, además de la sensación de angustia y el asqueroso olor del quirófano. Ahora me despertaba en la cama de la clínica y no podía mover las piernas. Era normal por la anastecia, aunque ya habían pasado más de dos horas de la operación. Opté por dormirme. Me levanté nuevamente a eso de las 12 y 30, mis piernas seguían paralizadas. La sensación era horrible. Mala cosa: el cuarto donde estaba, apestaba al quirófano.

1 comentario:

radicaLibre dijo...

Fuck! que trip tan foco brother, mi peor temor sería quedar paralítico.