Soy una persona con mucho, demasiado tiempo libre. Al contrario de otras personas que se ocupan todo el día en actividades varias y en locaciones varias, yo permanezco casi todos los días en mi cubículo, buscando actividades como esta, que justifique de alguna manera mi existencia y responda a mi necesidad de estar activo.
Desde el lunes que me operaron por última vez, las cosas han cobrado un sentido diferente. Ese día me desperté de la anestecia a las 10 y 30 de la noche aproximadamente, gracias nuevamente a la mala práctica del Dr. Necrosis (mi primer "doctor"), tengo un nervio de la pierna dañado, por lo cual la sensación se vuelve casi nula en la punta del pie y no puedo levantar el mismo. Todo este cuento viene al caso porque el lunes a las 10 y 30 de la noche, me levanté sin sentir las dos piernas...
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