Escapar de la condición humana se vuelve imposible con dolor de cabeza y espasmos abdominales. La realidad golpea duro cuando tienes indigestión. Una cucharada de remedio devuelve la esperanza, hace creer que queda todavía algo de glorioso en cada acto, pero no. Los cuerpos se vuelven pesados, los pensamientos se diluyen y se van con el agua. 10 horas después del sueño, dormir ya no es una opción. La esperanza es lo último que se defeca.
1 comentario:
Nunca subestimo el poder de mi almohada
Saludos!
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