UNA IDEA EXPRESADA

Hay un riesgo en escribir, y es que el hilo de tus pensamientos rebasen la capacidad de tu procesador de palabras. Cuando se habla se puede caer en esta misma situación, entonces tartamudeas, te trabas o simplemente haces una mueca en silencio. Podemos concluír entonces que nuestros procesadores de palabras (los dedos o la mano si se escribe o nuestro sistema vocal en el caso de estar hablando), están en desventaja ante nuestros circuitos más internos.
Nos rebasamos a nosotros mismos. Por eso a veces resulta más cómodo quedarse solo en las ideas.

No hay comentarios: