Dos episodios jaquecosos y los respectivos medicamentos para calmarlos me han dejado en un estado de conciencia alterada. En la televisión un hombre dice algo de la economía y cómo todos podríamos vernos afectados. En el canal educativo un aborigen baila pintándose la cara. En la computadora todo lo que he escrito parece una queja y al apagar la televisión la sensación de soledad me hace escribir esta línea.
Me levanto y camino hasta el espejo, miro las pocas arrugas que tengo y me asusto, me vuelvo rápidamente y me doy cuenta que el verdadero yo sigue acostado en la cama, esperando que crezca algo de piel en su pierna en recuperación. Duermo tranquilo el resto de la noche.
1 comentario:
un juguito de manzana ayudaria, y algo de rocco quizas... jaja ;)
se te extrana naquiboy
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