TODOS LOS DÍAS SON FINES DE SEMANA

Poco a poco todo vuelve a la normalidad. Escucho más música y procedo a apagar la televisión. Todos necesitamos a alguien que sea capaz de aplaudirnos en nuestros peores momentos. Yo no soy un hombre muy creyente sino más bien desconfiado. Mi acto de fe consiste en buscar algo que me haga creer. La unidad de tiempo pasan a ser las canciones que he oído con atención. Realmente tengo ganas de hacer algo, lo cual puede no significar mucho, pero al menos es algo, teniendo en cuenta lo mucho que significa no tener ganas de hacer absolutamente nada. El jugo de arándano es delicioso pero debería venir bien traducido. El efecto de la droga hace que los descubrimientos más simples sean asombrosos, nada estimula tanto la curiosidad. Voy a ponerme otro pipazo.


No hay comentarios: