Y MÁS ENCIMA

Se me rompieron los lentes. Es triste, pero a veces tengo la sensación de que alguien en algún lugar más allá y menos acá, se ríe de mí.

La chica volvió. Y adivinen... un poco en serio y un poco en broma me pidió que nos grabemos con la cámara de video. Jaajajaaaaa.

Lastimosamente la cámara aún no llega a las manos del técnico, sigue en la cajuela de un auto.

Al final destruí el video. Ahora se que fue una estupidez, ella jamás hubiera sospechado o visto lo que grabé. Hay una sola cosa que me queda en claro: quizás ahora pueda grabarla con su permiso. Pero ya no tengo ganas.

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